Ventajas de la biomasa en estufas y chimeneas

Cuando se quema gas o gasoleo para calentarse se transfiere y acumula en la atmósfera carbono del subsuelo profundo, alimentando así el efecto invernadero.
La combustión de biomasa, en cambio, no contribuye al efecto invernadero, porque el carbono que se libera quemando la madera procede de la atmósfera misma y no del subsuelo.

Las biomasas vegetales utilizadas con sistemas modernos y eficaces constituyen una fuente de energía, renovable, ecológica y económica:

Renovable, porque la producen continuamente los árboles, mientras los otros combustible están condenados a agotarse (carbón, gasoleo, gas).

Ecológica respecto a las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera, porque la cantidad emitida en la combustión es la misma que fue absorbida durante su crecimiento unos años antes con la fotosíntesis clorofiliana.

Económica, porque el coste es mas bajo que el de los otros combustibles y la producción de biomasas puede aumentarse sin ningún daño para el medio ambiente. El coste del pellet es de aprox. 0,15 €/kg . Si lo comparamos con el gasóleo (2 kg. de pellets equivalen a 1 l. de gasoleo a 0,58 €/l.) resulta un ahorro superior a un 40%. Además el pellet, a diferencia de los derivados del petróleo, tiene un precio muy estable.
El incremento de la producción de biomasas vegetales es especialmente importante ya que estimulando la repoblación forestal y el mantenimiento de los bosques, contribuye a salvaguardar el equilibrio hidrogeológico del territorio y desarrolla la economía de las zonas rurales, creando nuevas oportunidades de trabajo.

A nivel europeo, Francia es el mayor productor europeo de energía generada con biomasa, con 9,19 millones de Teps. (toneladas equivalentes de petróleo) y Finlandia cubre el 50% de sus necesidades de calefacción con energía generada con la biomasa.

Esta energía se ha convertido también en una importante fuente de empleo, con 50.000
personas empleadas en este sector en Francia y 30.000 en Alemania.